martes, 11 de mayo de 2010

El camino hacia el ataque


El inicio de la Segunda Guerra Sino-Japonesa, en 1937 generó roces entre el Imperio Japonés, los Estados Unidos y el Imperio Británico. Los Estados Unidos y el Reino Unido reaccionaron ante las acciones militares del Japón en China imponiendo un embargo de metal en bruto seguido por uno de petróleo, además, enviaron ayuda militar encubierta al gobierno del Kuomintang. Cuando Japón ocupó la Indochina, colonia francesa en 1940, las potencias occidentales respondieron con una congelación de bienes y el cierre del Canal de Panamá para naves japonesas. El embargo petróleo era especialmente importante para Japón, pues carecía de recursos petroleros propios. Estas medidas amenazaban con estrangular la economía nipona, por lo que se iniciaron negociaciones diplomáticas para levantarlas. Las negociaciones diplomáticas alcanzaron su punto culminante con la Nota de Hull el 26 de noviembre de 1941, el cual fue descrito por el primer ministro Hideki Tōjō como un ultimátum, ya que se les solicitaba salir de China. Los estadounidenses declararon después de la guerra que no incluían a Manchuria dentro del término China, pero esto no fue claro para Tojo, que consideró que solicitar la salida de Manchukuo era un insulto. Los líderes japoneses decidieron que sólo les quedaban 3 opciones: ceder ante las demandas de los Estados Unidos y el Reino Unido y retirarse de China, esperar que la escasez de petróleo debilitara a sus fuerzas, o aumentar las dimensiones del conflicto e intentar adquirir las fuentes de petróleo del Sudeste asiático. Finalmente se decidieron por esta última opción.

sábado, 8 de mayo de 2010

Planificación del atentado


Durante los años 30, la estrategia japonesa para una eventual guerra con los Estados Unidos consistía en permitir que la Armada estadounidense realizase el primer movimiento. Submarinos japoneses deberían hostigar a la flota estadounidense desde Pearl Harbor, disminuyendo la capacidad ofensiva de la misma. Los restos de las fuerzas navales americanas serían destruidas en una gran batalla naval entre Saipán e Iwo Jima.
Sin embargo a inicios de febrero de 1941, Yamamoto solicitó, de manera no oficial, al Almirante Takijiro Onishi, Jefe del Estado Mayor de la 11ª Flota Aérea, que estudiara la posibilidad de realizar un ataque con portaaviones contra Hawái. Onishi se dirigió a su vez al legendario Minoru Genda, cuya opinión era altamente respetada debido a los resultados brindados por sus cazas en la guerra con China.
Genda determinó que el plan tenía posibilidades de éxito, pero era muy arriesgado. Esto fue suficiente para Yamamoto, que ordenó al Capitán Kameto Kuroshima que organizara un plan detallado. Kuroshima entregó posteriormente un plan bautizado Operación Kuroshima, donde se indicaba que era necesario que la flota enemiga se encontrase en Hawái para el momento del ataque y que era necesario que la flota de portaaviones nipona llegase hasta la base naval enemiga sin ser detectada. Yamamoto estaba consciente de lo arriesgado de su ataque y declaró: Si fallamos, es mejor que finalicemos la guerra.
En abril, la Operación Kuroshima fue rede la operación para qnombrada Operación Z, así el Contraalmirante Ryunosuke Kusaka, Jefe del Estado Mayor de la 1ª Flota Aérea, recibió las notas ue lo utilizase como plan operacional. Kusaka decidió reescribir el plan con la ayuda de los Comandantes Tamotsu Oishi y Minoru Genda, quien ya había estudiado la viabilidad del mismo.
A inicios de septiembre, los estrategas de la Armada Imperial Japonesa entregaron los planes detallados de la operación. La decisión de usar cuatro portaaviones en lugar de seis fue polémica y generó la protesta de varios altos oficiales. El Comandante de bombarderos del portaaviones Akagi, Mitsuo Fuchida, recibió el mando de todos los bombarderos de todos los portaaviones.El entrenamiento para el ataque a Pearl Harbor se realizó en la isla Kyushu.
El ataque dependía de los torpedos, pero las armas de la época requerían de aguas profundas cuando eran lanzados desde el aire. El Capitán Fumio Aiko diseñó un nuevo torpedo, Torpedo tipo 91, que podía ser arrojado en aguas poco profundas. Este torpedo causó la mayoría de los daños a las naves estadounidenses. Los técnicos de armas japoneses también produjeron bombas especiales de penetración de blindaje, al incorporar aletas en proyectiles navales de 14 y 15 pulgadas. Lanzadas desde 10.000 pies (~ 3000 m), serían capaces de penetrar las cubiertas blindadas de los destructores y cruceros estadounidenses estacionados en Pearl Harbor. Finalmente 5 de noviembre de 1941, Yamamoto emitió una orden secreta, de 151 páginas, donde se indicaba la estrategia a seguir para invadir las colonias británicas y estadounidenses en el Lejano Oriente, mientras se realizaba el ataque a Pearl Harbor.
Poco después, Yamamoto emitió una nueva orden, fijando el 8 de diciembre como la fecha de inicio de operaciones. En Hawái sería domingo 7, y la inteligencia nipona había informado que la flota estadounidense permanecía en Pearl Harbor los domingos. Se aclaró que en caso de que la diplomacia rindiera resultados, el ataque debería ser cancelado de inmediato

La gran sorpresa


La Armada Imperial Japonesa lanzó su ataque a Pearl Harbor en la mañana del 7 de diciembre de 1941. El ataque sorpresa a Pearl Harbor, en la isla de Oahu en Hawái, fue dirigido a la Flota del Pacífico de la Armada de los Estados Unidos y las fuerzas aéreas que defendían la zona.
El ataque destruyó a 13 buques de guerra y 188 aeronaves, dejó a 2.403 militares y 68 ciudadanos estadounidenses muertos. El Almirante Isoroku Yamamoto planeó el ataque como el inicio de la Campaña del Pacífico de la Segunda Guerrala Flota del Pacífico no estaban en el puerto y por lo tanto no fueron atacados. La flota estadounidense en el Pacífico tardó en recuperarse entre seis meses a un año. Mundial, que fue dirigido por el vicealmirante Chuichi Nagumo, quien perdió a 64 militares. Sin embargo, los tres portaaviones estadounidenses de la Flota del Pacífico no estaban en el puerto y por lo tanto no fueron atacados. La flota estadounidense en el Pacífico tardó en recuperarse entre seis meses a un año.

La preparación estadounidense


Las fuerzas estadounidenses de inteligencia civil y militar reunieron entre ambas información suficiente para anticipar la agresión japonesa semanas o tal vez meses antes del ataque. Hubo numerosas advertencias para las fuerzas armadas en Pearl Harbor el día del ataque. Estas fuentes de información hubieran podido aumentar el nivel de alerta y hacer que el ataque hubiese sido un fracaso o por lo menos no tan dañino.
Desde noviembre del año 1940, el espionaje norteamericano conocía la clave secreta nipona, permitiéndole descifrar mensajes diplomáticos y militares entre Tokio y su consulado en Honolulú, acerca de la situación de Pearl Harbor, la isla de Oahu y la escuadra del Pacífico estadounidense.

El Ejército y la Marina estadounidenses habían interceptado varios mensajes significativos pero la distribución de esta información fue incompleta, contradictoria o insuficiente. Se enviaron avisos a las fuerzas estadounidenses en el Océano Pacífico durante noviembre de 1940. A pesar de la creciente información insinuando una nueva fase de agresión japonesa, hubo poca información específica a Pearl Harbor.

Comandantes estadounidenses fueron advertidos de que el lanzamiento de torpedos en aguas poco profundas era posible, pero no apreciaron completamente el peligro planteado por los torpedos secretos japoneses. Pensando que Pearl Harbor tenía defensas naturales ante ataques de torpedo, la Marina

De esta forma la fata de preocupación por parte de los Estados unidos, llevo a un ataque certero y letal por parte de las fuerzas armadas niponas en esa fria mañana de diciembre en 1941 estadounidense decidió que era innecesario proteger adicionalmente el puerto con redes y desconcertadores de torpedos. Debido a una escasez de aviones, no se patrullaba el puerto con mucha frecuencia y en el momento del ataque, el ejército estaba entrenando en lugar de estar en alerta. La mayoría de las armas defensoras estaban guardadas y sin munición, ya que ésta se almacenaba en otras armerías. Para no ofender a los propietarios de las armas, los oficiales no las dejaron dispersas en propiedad privada.

El silencioso ataque japonés


El 16 de noviembre, la flota que debía atacar Pearl Harbor, la Kido Butai, se reunió a la entrada del mar de Seto. Conformados por:
6 portaaviones: Akagi, Kaga, Hiryu, Soryu, Shokaku y Zuikaku.
2 acorazados: Hiei y Kirishima.
2 cruceros pesados: Tone y Chikuma.
1 crucero ligero.
8 destructores.
81 cazas.
135 bombarderos en picado.
104 bombarderos horizontales.
40 bombarderos torpederos.
3 cargueros de combustible.
1 buque de suministros.
La flota partió siguiendo rutas separadas hacia la isla Iturup en las Kuriles. De allí partieron hacia Hawái.

Llega el 7 de diciembre de 1941


Los primeros disparos estadounidenses de la II Guerra Mundial y las primeras bajas del ataque a Pearl Harbor ocurrieron cuando el Ward atacó y hundió un mini-submarino a las 06:37. Cinco mini-submarinos de la clase Ko-hyoteki planeaban atacar naves estadounidenses con torpedos después del comienzo del bombardeo aéreo. Ninguno de estos cinco submarinos regresó sano y salvo a su base, y solamente los restos de cuatro de ellos habían sido hallados, el año 2002 se localizó el submarino que hundió el Ward. Del total de diez tripulantes de los cinco submarinos, nueve murieron y el único sobreviviente, Kazuo Sakamaki, fue capturado, siendo el primer prisionero de guerra de los estadounidenses en la II Guerra Mundial.
En la mañana del ataque, la estación de radar "Opana Point" del Ejército estadounidense detectó a la fuerza japonesa, pero la alerta fue confundida con la prevista llegada de aviones estadounidenses B-17 y fue descartada. El ataque a Pearl Harbor empezó a las 7:53 del domingo, 7 de diciembre, hora de Hawái, es decir, a las 3:23 del 8 de diciembre, hora de Japón. Los aviones japoneses atacaron en dos oleadas; un total de 353 aviones llegaron a Oahu. La primera oleada era conducida por Mitsuo Fuchida. Los vulnerables aviones torpederos encabezaron la primera oleada de 183 máquinas, aprovechando los primeros momentos de sorpresa para atacar lo que se esperaba fueran portaaviones y acorazados, mientras que los bombarderos atacaban en picado las bases aéreas estadounidenses en Oahu, comenzando por Hickam Field, la más grande, y Wheeler Air Field, la principal base de aviones de caza. Los 170 aviones de la segunda oleada atacaron Bellows Field y Ford Island, una base aeronaval y de infantería de marina en el centro de Pearl Harbor. La única oposición provino de aviones P-36 Hawk y P-40 Warhawk que realizaron 25 salidas y del fuego de la artillería naval antiaérea.
Noventa minutos después de iniciarse, el ataque había concluido. Habían perdido la vida 3.435 estadounidenses, entre ellos 68 civiles, muchos de ellos alcanzados por proyectiles antiaéreos que cayeron sobre Honolulú, y otros 1.178 habían sido heridos, dieciocho navíos habían sido hundidos, incluyendo cinco acorazados. Casi la mitad de los muertos norteamericanos (1.102 hombres) fueron a causa de la explosión y el hundimiento del Arizona. Fue destruido cuando un proyectil de 40 cm fue soltado desde un bombardero a gran altitud, que atravesó ambas cubiertas blindadas y detonó el compartimiento frontal donde se almacenaban las armas. El casco del Arizona se convirtió en un monumento para todos los que fallecieron ése día, la mayoría de los cuales todavía están dentro del barco.
Aunque los japoneses se centraron en los acorazados principales, no ignoraron el resto de los objetivos. El crucero ligero Helena fue disparado con torpedos y la conmoción de la ráfaga volcó el dragaminas vecino Oglala. Dos destructores en dique seco fueron destruidos cuando las bombas penetraron sus tanques de combustible. El fueloil derramado se incendió y provocó la inundación del dique seco lo que hizo que el combustible subiera de nivel y quemara por completo los barcos. El crucero ligero Raleigh fue golpeado y agujereado por un torpedo. El crucero ligero Honolulú fue dañado pero volvió al servicio. El destructor Cassin zozobró y el Downes, también un destructor, fue gravemente dañado. El navío de reparaciones Vestal fue también gravemente dañado y encallado. El portaaeronaves Curtiss fue dañado.
La mayoría de los 188 aviones norteamericanos que fueron destruidos y de los 155 que fueron dañados, recibieron los impactos en tierra. Los ataques a los cuarteles mataron a más pilotos. El fuego amigo derribó varios aviones. Entre los japoneses 55 aviadores y nueve tripulantes de submarino sucumbieron durante el ataque. De los 441 aviones de Japón (350 de los cuales tomaron parte en el ataque) se perdieron 29 durante la batalla (nueve en la primera oleada y veinte en la segunda) y otros 74 fueron dañados por fuego antiaéreo desde tierra. Más de veinte de los aviones que aterrizaron a salvo en los portaaviones eran irreparables.

EE.UU. declara la guerra


El 8 de diciembre, el Congreso de los Estados Unidos declaró la guerra a Japón, siendo el único voto en contra el de Jeanette Rankin. Los Estados Unidos estaban iracundos por el ataque y porque no habían recibido una notificación de ruptura de relaciones previa, considerando ambas acciones como traicioneras. Roosevelt firmó la declaración de guerra el mismo día, refiriéndose al anterior como "una fecha que vivirá en la infamia" al dirigirse a la sesión conjunta del congreso. Continuando la intensificación de la movilización militar, el gobierno de los EE.UU. comenzó a adoptar una economía de guerra.
El ataque a Pearl Harbor unió a una nación dividida como casi nada más pudo haberlo hecho. De la noche a la mañana, unió a los estadounidenses contra Japón y probablemente hizo posible la posición de rendición incondicional tomada por las Fuerzas Aliadas. Por ello, algunos historiadores creen que el ataque a Pearl Harbor condenó a Japón a la derrota puesto que despertó al gigante dormido, ya que, independientemente de que los depósitos de combustible o los talleres de máquinas hubieran sido destruidos, o de que los portaaviones hubieran sido sorprendidos en puerto y hundidos, la capacidad industrial de los Estados Unidos, una vez movilizada, fue capaz de proveer gran cantidad de recursos en los escenarios tanto del Pacífico como del Atlántico.
La percepción de la naturaleza traicionera del ataque a Pearl Harbor también despertó temores de sabotaje o espionaje acerca de los estadounidenses de ascendencia japonesa y fue un factor en el subsiguiente confinamiento de los japoneses en los Estados Unidos.
En cuanto a sus objetivos principales, el ataque a Pearl Harbor fue un éxito táctico que superó las expectativas planeadas. Su ejecución tiene pocos ejemplos semejantes en la historia militar de cualquier época, al menos a corto y medio plazo. Ni siquiera el ataque sorpresa de los británicos en la base naval de Taranto fue tan devastador en términos de daño causado (aunque tuvo mayores implicaciones estratégicas al neutralizar la flota Italiana). Debido a las graves pérdidas en Pearl Harbor y la subsiguiente invasión a las Filipinas, el Ejército estadounidense fue incapaz de llevar a cabo acciones significativas en el Pacífico durante los siguientes seis meses. Con la flota estadounidense fuera de acción, Japón estuvo temporalmente libre de preocupaciones sobre la potencia naval de su rival. Se lanzó a conquistar el suroeste de Asia, el Pacífico suroccidental y extendió su alcance al Océano Índico.